La fisonomía de la Avenida Juan Carlos I recibe esta semana un cambio singular gracias a la sustitución de los actuales contenedores de carga lateral que pueblan en la calzada. La vía presenta actualmente 33 unidades de contenedores para residuos sólidos urbanos (la basura común) de 2.400 litros de capacidad que ocupan un total de 62 metros de longitud bajo acera, sin contar con los espacios entre unidades contenedoras, medio metro aproximadamente por cada isleta.
A partir de ahora, en vez de 33 unidades serán 23 las que presten servicio a la misma ciudadanía residente gracias al aumento de su capacidad, que pasa a ser de 3.200 litros, similar al utilizado en otras muchas ciudades españolas. La sustitución está prevista para la noche del miércoles al jueves.
Misma recogida
No por ello el servicio se verá mermado lo más mínimo. De hecho, la capacidad seguirá superando ampliamente 70.000 litros, suficientes para más de 2.800 viviendas tipo (según las estadísticas oficiales de población). También las distancias a sus usuarios potenciales siguen intactas, ya que se asegura el servicio en los mismos puntos donde se ubicaban las anteriores unidades contenedoras.
La recogida no sufre variación alguna, siendo ésta de siete días a la semana en horario a partir de las doce de la noche. Su horario autorizado para el depósito de los residuos tampoco cambia, a partir de las 8 de la tarde y hasta que comienza la recogida.
Los contenedores son de color gris, algo más oscuros que los actuales, y se activan mediante una palanca que habrá de pisarse, al igual que ahora. La mayor diferencia se encuentra en el bombeado de la tapa, lo que le da mayor capacidad de carga, sumado a una mayor altura.
Por otra parte, Limusa ya estudia, para una posible implantación, una reforma del tipo de contenedor que recoge la fracción selectiva, más armónico con la principal vía de la ciudad y con la forma y color de este nuevo contenedor de basura.
