La celda 3 del vaso de vertido supone disponer de 2,8 millones de metros cúbicos de capacidad para la gestión final de la fracción no recuperable de la basura doméstica. Al ritmo actual de entradas, dando dar servicio a Lorca y a otros municipios, se prevé una vida útil de explotación de 40 años.
Se trata de una infraestructura de vanguardia y referencia del Levante español. Tanto es así que a instancias de la EIAT se ha incorporado al proyecto de I+D+i que lidera la Agencia Insular de Energía de Tenerife, dentro del Programa Estatal de Investigación, Desarrollo e Innovación Orientada a los Retos de la Sociedad, cuya finalidad es minimizar las emisiones de metano no contraladas a la atmósfera y poder alcanzar mayores niveles de producción energética con los sistemas de extacción como el que atesora la planta lorquina.
En estas instalaciones vierten sus residuos los municipios de Totana, Puerto Lumbreras, Alhama, Aledo, Fuente Álamo, San Javier y Águilas, hasta sumar 97.773 toneladas (cifra final año 2018), de las que tienen su origen en Lorca en torno al 45% de las mismas.
En esta infraestructura se han tomado las mayores medidas de seguridad ambiental posibles entre las que cabría destacar, además de su impermeabilización, la instalación de elementos relativos a la extracción y gestión de lixiviados, y la recogida y canalización de las pluviales de escorrentía.
Las obras fueron adjudicadas en 4.336.975,40 euros, por medio de procedimiento abierto mediante subasta, iniciándose los trabajos el 30 de junio de 2017, con un plazo de ejecución de doce meses (12 meses). El coste final de la infraestructura ha sido de 4.431.156,82 euros, una diferencia en torno al 2% por la incorporación de ciertas mejoras y adaptaciones adoptadas en el transcurso de su construcción.
Los trabajos efectuados incluyen la construcción del vaso de RSU, el sellado y clausura de la celda en explotación (la número 2, con 55.000 metros cuadrados de capa vegetal), la extracción de lixiviados, los accesos y cunetas (18.000 metros cuadrados asfaltados), su integración ambiental con 8.900 cipreses, la balsa de pluviales (24.025 m3 de capacidad que abastecerá de agua al complejo vegetal), el alumbrado tipo led (100 puntos de luz de bajo consumo, dotados de sistema de telegestión punto a punto) y un nuevo edificio de oficinas de 250 m2 accesible para personas con movilidad reducida y con capacidad para 6 puestos de trabajo, control de accesos y aula de formación para 25 personas.