13 vehículos y 85 operarios se dedicarán a mantener limpia la ciudad durante Semana Santa

El dispositivo de limpieza durante la celebración de Semana Santa desplegado por Limusa constará de 85 operarios (entre propios y externos) y 13 vehículos, encargados de mantener en óptimas condiciones de salubridad y decoro las plazas y calles donde se concitan los eventos de la celebración.

Con carácter previo, un dispositivo semejante se ha encargado de llevar a cabo durante las últimas semanas una limpieza de choque en las vías de entrada a la ciudad, los entornos de edificios emblemáticos y de interés cultural, la Lorca histórica y la eliminación de grafitis y pintadas.

Como novedad, este año se va a desplegar una batería de contenedores tanto para la recogida selectiva de envases ligeros como de vidrio, de capacidad adecuada para su ubicación en puntos estratégicos del casco histórico y centro urbano entre ambas sedes de los pasos principales, para reducir en la medida de lo posible el vertido de vasos y botellas al suelo en los entornos de actividad de ocio, como bares y restaurantes. Se colocarán en las plazas Calderón, Colón, Bordadora, Real, España y de Abastos, además de en el recorrido peatonal de Corredera y adyacentes, calles Álamo y Nogalte.

La iniciativa es fruto de la colaboración entre Limusa y Hostelor. La asociación de hosteleros participa activamente con la estrategia de implantación de las unidades y el mensaje de su utilidad entre sus asociados y clientes; y Limusa se encarga de las unidades contenedoras, la logística y el servicio permanente de revisión de los contenedores. En total serán 15 unidades amarillas para latas, briks y plásticos, con refuerzo de dos unidades los días de mayor ocio diurno en Plaza Real y Corredera; y 5 para el depósito del vidrio, que ya fueron utilizados durante la feria de septiembre pasada.

En el dispositivo de limpieza propiamente dicho van a actuar directamente de manera extraordinaria un total de 65 trabajadores el Viernes de Dolores y Domingo de Ramos, y 85 efectivos tanto Jueves Santo como Viernes Santo, por citar los días de mayor afluencia de visitantes y actividad de los propios lorquinos. Los operarios se reparten entre las tareas de limpieza de plazas y calles mediante barredoras, fregadoras, los equipos de hidrolimpieza, las mangas de agua a presión, el barrido manual, la recogida de residuos en plazas y la limpieza bajo palcos. El resto de la ciudad se atiende con el dispositivo habitual de limpieza y recogida de residuos.

En concreto, se pondrán en la calle 2 hidrolimpiadores, 2 fregadoras, 6 barredoras y 3 camiones cisterna que se encargarán de barrer y limpiar la Lorca monumental y turística con motivo de la celebración de los desfiles bíblico-pasionales, prestando especial atención a plazas, alamedas, glorietas, palcos, calles peatonales y accesos a la ciudad.

El equipo mixto de tres cubas se encargarán de baldear toda la zona peatonal y los espacios de confluencia cada noche. Por su parte, una veintena de operarios de dispositivo tendrán como misión la limpieza de la carrera principal los días de procesión. Por primera vez, este año la propia empresa encargada del enarenado realizará un mantenimiento continuo del estado del firme de la carrera para que se encuentre en óptimas condiciones durante los desfiles.

900 toneladas arena y grava

La carrera principal de Semana Santa vuelve a cubrirse de una mezcla específica de arena y grava para asegurar el espectáculo de los desfiles bíblico pasionales de la Semana Santa lorquina. La zahorra artificial, al igual que la celebración de interés turístico internacional, es única para el evento.

La imposición de la grava que cubre las vías asfaltadas para facilitar el paso de la caballería comienza a aplicarse la madrugada del Viernes de Dolores, al término de la Serenata organizada por el Paso Azul. Los trabajos consisten en el enarenado sólo de la Avenida Juan Carlos I, desde Ovalo hasta Huerto Ruano. Para esta jornada se usa una pala cargadora, 4 camiones y un tractor para emparejar y repartir bien la arena. En total, aproximadamente 550 toneladas y unas 6 horas de trabajo.

La siguiente actuación se realiza la noche del Miércoles Santo, consistente en aplicar otras 350 toneladas de material para cuyos trabajos se requiere una pala cargadora, 4 camiones y un tractor. Esa noche se completa el enarenado del Óvalo y el final de la calle Santa Paula. Además, se vuelve a repasar la avenida Juan Carlos I y se completa el tramo hasta el comienzo de la calle Poeta Gimeno Castellar, donde ahora existe una redonda.

También se cubre el tramo que va desde la Iglesia de Santo Domingo hasta la Plaza del Óvalo. Igualmente se arena la bajada de la lorquina Cuesta de San Francisco y fachada trasera de Teatro Guerra para acomodar la estancia de los caballos y suavizar el desnivel de la vía hasta la calle Lope Gisbert.

La arena que se le imprime al asfalto en el que transcurren los desfiles Bíblico Pasionales es una mezcla específica de 3 sustancias calizas distintas de granulometrías que van desde 0 hasta 10 milímetros y que se elabora exclusivamente para este cometido.