La actividad de Semana Santa ha generado este año 22 toneladas de basura más que el año pasado, con lo que la celebración ha supuesto la recogida de 1.225 toneladas de residuos urbanos en el periodo comprendido entre el Viernes de Dolores y el Domingo de Resurrección de un año a otro.
El aumento de residuos se produce, supuestamente, por el aumento residencial por familiares y visitantes, la ocupación de plazas hoteleras por turistas y la limpieza de los espacios que albergan el ocio vespertino y nocturno, destacando en este sentido, principalmente, la celebración del Domingo de Ramos.
Sirva como dato que la basura acumulada en los contenedores dispuestos a tal efecto más la limpieza viaria de espacios públicos se ha reducido en más de 4 toneladas, mientras que ha crecido la aportación a los contenedores de selectiva, revirtiéndose la tendencia de los últimos años. Sólo en envases ligeros, lo aportado al contenedor amarillo ha crecido cerca del 50%. Otro tanto ha ocurrido con el vidrio.
Limusa organizó un dispositivo específico de contenedores para la ruta de Semana Santa que ha incluido 80 unidades de 1.100 litros de capacidad distribuidos por los puntos que tenían que ver con esta celebración más los que sustituyen a los habituales de la Avenida -a partir de ahora soterrados- inhabilitados para colocar los palcos.
