La recogida selectiva de envases ligeros ha alcanzado en abril de este año su mayor cifra en las casi dos décadas de implantación en Lorca. Los lorquinos han aportado al contenedor amarillo 44.320 kilos, el dato mensual más alto desde que se pusiera en marcha esta recogida en mayo de 1999 y un 23,5% más que el mismo mes de 2017. Con estos datos se celebra hoy el Día Internacional del Reciclaje.
Durante todo el primer cuatrimestre de este año las aportaciones ciudadanas de briks, plásticos y latas está mejorando los ratios del curso pasado, que ya supuso una mejora en comparación con el ejercicio precedente. Con todo ello, los datos de recogida selectiva son todavía muy inferiores a la media regional, a la estatal y, más aún, a los objetivos marcados por Bruselas.
En términos estadísticos, el periodo de enero a abril promedia un 10,29% de aumento en la recogida selectiva de envases ligeros respecto a 2017. La concienciación ciudadana ha crecido ostensiblemente en el municipio lorquino fruto de la mayor sensibilización ambiental y, presumiblemente, a las campañas de comunicación puestas en marcha desde la empresa municipal Limusa, tanto de manera especial entre 2015 y 2017 conjuntamente con Ecoembes, como particularmente bajo la campaña denominada “Patrulla del Suelo” que se desarrolla este 2018.
En este tiempo también se ha sumado recientemente a su parque urbano 205 nuevos contenedores de reciclaje con el objetivo de acercar al ciudadano la disponibilidad de capacidad para reciclar. Entre ellos, sólo en los últimos meses, 20 unidades para el depósito ciudadano de envases ligeros, los de color amarillo, y 65 de color verde para el vidrio, tarros y botellas fundamentalmente, que han sido ubicadas mayoritariamente en pedanías.
También la puesta en marcha de la mano de Ecoembes de la iniciativa EducaEnEco junto a dependencias municipales y centros educativos y sociales del municipio, consistente en la distribución de papeleras de reciclaje de envases ligeros y papel cartón. El objetivo de este proyecto es impulsar el reciclaje en el día a día de los colegios de primaria y, para ello, hacer especial hincapié en la involucración de toda la comunidad educativa (profesores, personal no docente y alumnos), a los que se les ofrece formación y materiales para facilitar la separación de residuos.