Limusa adapta su flota de vehículos a las necesidades de limpieza de las nuevas vías peatonales

Limusa ha adquirido dos nuevas fregadoras destinadas a sustituir a otras dos unidades en activo durante los últimos 6 años, al término de su vida útil, para mejorar y ampliar la limpieza de los suelos urbanos de la ciudad. Entre las características más sobresalientes de la maquinaria que se presenta cabría destacar la mayor presión hidráulica en suelo, un cepillo trasero recogedor de residuos y su capacidad para alcanzar la línea de fachada.

En cuanto a las características técnicas, se trata de dos fregadoras autopropulsadas marca Comac C-130D equipadas con cuatro cepillos planos de fregado, con desplazamiento lateral derecho y un cepillo cilíndrico trasero con misión de post barrido, cuyos residuos recogidos irían a un cajón de acero inoxidable de 40 litros de capacidad. Esta particularidad ayuda a que el acabado del fregado sea más eficiente.

La mayor presión hidráulica en suelo le confiere mayor fuerza de fregado, si bien para adecuarse a cada tipo de losa la presión es regulable desde cabina, entre 130 y 180 kilos de presión. El depósito de agua cubica 360 litros.

A nivel de seguridad laboral, estas fregadoras están dotadas de un asiento amortiguado con detector de presencia y cerramiento variable de cabina ante incidencias climatológicas, frío o radiación ultravioleta.

Su adquisición permitirá implementar la programación de fregado que se realiza hasta ahora, que incluye las glorietas del centro de la ciudad, como Negrito, San Vicente o Virgen de la Amargura, las aceras del barrio San Cristóbal y San Diego, la zona de ocio nocturno, o vías centrales como Corredera, Pío XII y Almirante Aguilar, entre otras.

Así mismo, gracias a sus contenidas dimensiones, de poco más de un metro de anchura, podrán acometer tramos de calles de difícil acceso por su estrechez, tanto residenciales como de las áreas comerciales y hostelería.

La inversión realizada asciende a 148.000 euros.